por Serafín Núñez
Con la temporada más
que concluida y las miras puestas en lo que se nos avecina en apenas un mes, el
tiempo libre del que carezco durante la temporada me hace tener momentos para
la reflexión personal, deportiva e incluso para pararme a no solo pensarlo, si
no también escribirlo para así, algún día que pierda el norte, que el stress me
pueda o que simplemente me falle a mi mismo o peor aún, a los que están a mi
alrededor, pueda volver a leer estas líneas que en un momento concreto plasmé y
volver a sentir lo que tanto como persona y como entrenador soy.
No soy de esos que se
rigen por refranes, que sean seguidoras de ciertas frases hechas ni de
principios ya establecidos por alguien, pero si es verdad que hace ya muchos
años, en 2002 y teniendo tan solo 17 años, escuche con mis amigos una frase
viendo la película de Spiderman, la cual me pareció muy interesante, sencilla
pero clara, la frase decía:
"Un
gran poder, conlleva una gran responsabilidad"
Ésta la dijo "el
tío Ben" a Peter Parker antes de morir, y marcó la vida del protagonista,
haciéndole ver que ese poder no le hacía más que nadie, que era una pieza más
del puzle, quizás algo distinto al resto pero tan solo con una oportunidad distinta
que otros no tendrían, una tremenda responsabilidad.
Con los años me he ido
interesando y profundizando en ciertos temas, pero sobre todo en la educación y
sin duda en el baloncesto. un día curioseando por la red empecé a buscar datos
sobre esta frase, descubriendo cual era su verdadero origen. La frase la dijo Franklin
D.Roosvelt, el cual el 11 de Abril de 1945 se dirigió al pueblo americano con un discurso que quedará en la historia por
tratarse de su último mensaje a la ciudadanía tan solo dos días antes de morir.
Dicho discurso contenía la citada frase, y éste decía lo siguiente:
"Hoy hemos aprendido en la
agonía de la guerra que un gran poder
conlleva una gran responsabilidad. Ya no podemos escapar de las consecuencias de la agresión
alemana y japonesa del mismo modo que podríamos evitar las consecuencias de los
ataques de los corsarios berberiscos un siglo y medio antes. Nosotros, como
estadounidenses, no elegimos negar nuestra responsabilidad."
Cada uno puede entender
la frase del "Tío Ben" como quiera entenderla , llevársela a su
terreno y moldearla en las diferentes vertientes de su vida, pero
personalmente, a mi esta frase me inspira y me da mucho que pensar como persona,
pero de lo que trata en este caso, es de lo que me inspira como entrenador de
Baloncesto, como formador deportivo.
Vemos en todas las categorías
y también en todos los deportes entrenadores que están pero no están, que son
pero no son, es decir, entrenadores totalmente apáticos que van entrenan y se
marchan a su casa o con sus amigos, con una implicación que se limita a cobrar
los 150 o 200 euros mensuales, son muchos los motivos, desde la juventud de
unos, la falta de amor por el deporte que están enseñando de otros o incluso
grandes entrenadores venidos a menos que consideran que estar en la cantera y
no en la élite que es donde ellos creen que es su sitio es un castigo o un
drama... motivos hay muchos, pero consecuencias son casi siempre las mismas, el
aburrimiento a corto y medio plazo de sus deportistas, la desidia y falta de
esfuerzo en los entrenamientos y en muchos casos el abandono de la actividad
deportiva, algo letal para los niños y niñas, ya que el deporte, y más en
edades tempranas pueden marcar sus hábitos de vida, siendo el deporte fuente de
salud.
Por otro lado también
estamos cansados de ver entrenadores que enseñan cualquier recurso técnico o táctico
en categorías de formación con el único fin de conseguir una liga o un
campeonato. Esto es otro problema tan grave como la comentada apatía de ciertos
entrenadores ya que los deportistas, las jugadoras de baloncesto, no se cansan
del deporte, ganan alguna que otra copa y se encuentran contentas en su grupo y
con su entrenador, independientemente de la calidad que éste tenga como
formador , pero no estamos siendo responsable con el "poder" que
tenemos , ya que esa titulitis a medio plazo, capará la progresión de nuestros
jugadores, por ejemplo, si hablamos de benjamines y alevines que trabajan para
ganar con (lo que he podido ver este año) defensas zonales camufladas en
benjamines, bloqueos directos para sacar ventajas incapaces de hacerlo con
desde el manejo de balón, cambios o salidas, presiones zonales sin dominar
defensas del 1x1... entonces tenemos que tener claro que esos equipos al ya comentado
medio plazo, en la categoría infantil (por ejemplo) serán equipos competitivos pero
que dependerán entre otros factores del físico y que a un plazo más largo,
cadetes o juveniles, serán equipos mediocres como consecuencia de esos
entrenamientos benjamines y alevines orientados a ganar tal copa o ese ansiado campeonato
que quizás no nos merecíamos...
Frente a esto, puedo
decir que he tenido la suerte de haberme formado a nivel personal y de
entrenador con grandes personas, comenzando en mi primera etapa en mi colegio
de toda la vida y siguiendo en ésta segunda en la que ahora me veo inmerso y en
la que ya llevo 7 años , formación complementada por tantos y tantos
entrenadores a los que he podido observar, aprender para coger muchas cosas e
incluirlas en mi "libreta de entrenador y de vida" y otras para aprenderlas,
asimilarlas y a veces tirarlas a "mi papelera" ya que ahora no me son
de utilidad pero quizás algún día pueda agacharme a recoger ese papel que hoy
considero inútil pero que mañana puede ser un principio básico para mí; en este
camino de formación y responsabilidad de transmisión no puedo olvidarme de la
formación complementaria que me ha dado el trato con los padres y madres, los
cuales no solo te enseñan de la vida, de sus experiencias, sino que también te
aportan como entrenador y sobre todo como formador, ayudándote entre otras
cosas a entender a sus hijos, motivo principal de todo, las jugadoras, sin duda
la pieza clave de todo entrenador, nuestro motor, de las que más he aprendido, causa
y consecuencia de toda esa responsabilidad y poder del que hablamos y de las
que aprendo cada día.
En este camino, en los
últimos años he convivido con un amigo, una persona que siempre ha estado a mi
lado en cada momento deportivo, que me ha enseñado mucho, un amigo que tiene a
su lado a una personita, su hijo de 5 añitos, el cual tiene un ídolo que no soy
yo, es Spiderman, pero que me hace tener presente la frase del Tío Ben, me
recuerda que como entrenador tenemos no solo un gran poder, si no una gran responsabilidad,
teniendo muy presente que no podemos dar talento, pero sí destruirlo, que tenemos el poder de formar
personas y jugadoras y que es parte importante y nuestra responsabilidad que
éstas no se queden en el camino por nuestros fallos , incompetencia o cualquier
motivo que nos desoriente.
Por último y para cerrar
esta pequeña auto reflexión, he de centrarme en 2 pilares básicos para mí, las
piernas de mi baloncesto, que son la educación deportiva y la formación
deportiva. Por un lado considero que debo transmitir una serie de valores de
vida a través de este deporte, como son el compromiso, sacrificio, cohesión y
la humildad como conceptos claves entre otros muchos... y por otro, considero
que junto a esos valores que el deporte puede aportar jugador, debemos como
entrenadores ser el complemento perfecto para su evolución, siendo capaces de
llevarlos al máximo nivel de auto exigencia, al tope de lo que pueda dar
técnica, táctica y físicamente ya que la exigencia no está reñida con la
diversión, educación o trato, de manera que, si cumplo estas premisas como
entrenador estaré siendo responsable con ese poder que un día alguien nos dio
al darnos un equipo de formación, con la confianza que los padres nos conceden
al dejar la educación de sus hijas en nuestras manos y sobre todo, fiel a mis
principios demostrando que ese poder, para mi no es una responsabilidad, si no
un orgullo.
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